Si hay una obra genuinamente que retrate una parte tan introspectiva de nuestra historia contemporánea ese es el Guernica de Picasso. Con motivo del 80 aniversario de su primera exposición, el Museo Reina Sofía presenta esta muestra imprescindible en la que se aborda la visión del artista sobre la guerra moderna. Sin duda, es una de las paradas que no puedes pasar por alto este verano de entre la ruta de exposiciones de Madrid. Hasta el 4 de septiembre, no tienes excusa.

 Las raíces del imaginario del Guernica están presentes no sólo en la reconocida pintura, también en muchas otra obras de Picasso. El pintor malagueño realizó este tipo de reflexiones  en los años posteriores a 1925 . En estas obras se observan escenas de acción frenética y estática, a veces rodeadas de un halo de peligro. Pero sin duda la más importante de todas ellas es el Guernica. Analizamos los motivos de una de las exposiciones de Madrid que más está dando que hablar.

Eran principios de 1937 cuando Pablo Picasso (Málaga, España, 1881 –Mougins, Francia, 1973) recibió el encargo de pintar un cuadro para el Pabellón Español. Pero para sorpresa de muchos, la contestación del artista a los delega dos de la República fue que no estaba seguro de poder ofrecerles lo que querían. Hasta entonces, el mundo de su arte había sido fundamentalmente íntimo y personal, fuera de la esfera pública y más aún de acontecimientos políticos; desde 1925, su producción se había acercado con frecuencia, claustrofóbicamente, a la pesadilla o la monstruosidad. Sin embargo, el cuadro que acabó creando para la República hablaba con elocuencia de aquella nueva realidad bélica. No es casualidad que la escena de sufrimiento y desorientación que nos mostró haya perdurado como emblema de la condición moderna, a lo largo de ocho décadas.  Como contrapunto histórico a esta exposición, se presenta una selección de los resultados del proyecto de investigación Fondo Documental Guernica, referido al período 1937-1949.

«El propósito de este proyecto, iniciado en otoño de 2015, es reunir y estudiar la mayor documentación y referencias posibles (correspondencia, fotografías de instalación, documentos gráficos, audiovisuales, artes plásticas) en relación con la obra más emblemática de la Colección», cuentan desde el Museo Reina Sofía sobre una de las mejores exposiciones de Madrid en estos momentos. Este fondo documental quiere contribuir a un conocimiento mayor del cuadro: su origen, las exposiciones en las que ha participado, el uso propagandístico que de él se ha hecho, así como su lugar dentro de la Historia del Arte. También muestra de qué modo Guernica supera su propia fisicidad y, en su reconocimiento, se hace inseparable su valor artístico del político.

«Este toro es un toro y este caballo es un caballo. También hay una especie de pájaro, un pollo o una paloma, ya no recuerdo exactamente lo que era, sobre una mesa. Y el pollo también es un pollo. Por supuesto, son símbolos. Pero no es asunto del pintor crear los símbolos, porque entonces mejor sería escribir directamente lo que uno quiere decir, en lugar de pintarlo. Es imprescindible que el público, los espectadores, vean en el caballo y en el toro símbolos a interpretar según su entendimiento» (Pablo Picasso sobre el Guernica. Una de las exposiciones que hay que ver en Madrid).